Comúnmente se escucha hablar de "tener éxito" o de "alcanzar el éxito". Se da a entender que el éxito es algo que se puede poseer como si fuera una cosa material, o algo que se pueda alcanzar como uno podría alcanzar la cima de una montaña. Daría la impresión de que el éxito es un lugar al que uno puede llegar después de mucho andar, pero donde una vez arribados podemos descansar tranquilamente.
Esta es una idea equivocada que ha provocado la infelicidad de mucha gente. Se tiende a confundir el tener éxito con tener la posesión de muchos tipos de cosas materiales: billetes de banco, residencias, automóviles, u otras cosas menos tangibles como amistades, amor, admiración.
En realidad, el éxito no es algo que se alcanza o algo que se tiene. Tampoco consiste en que nos amen o nos envidien, o en que tengamos muchos amigos o relaciones. Es algo anterior a todo esto: es lo que permite que tengamos o disfrutemos de todas cosas. Ser exitoso es una cualidad de la persona, y lo que llamamos "tener éxito" es, nada más ni nada menos, que los resultados de esa cualidad.
La capacidad de tener éxito es lo que distingue a las personas que lo tienen de las que no lo tienen. Esta capacidad no está necesariamente enfocada a conseguir riqueza o fama. Es una capacidad genérica para obtener en la vida los resultados que uno desea. La persona exitosa es aquella que puede obtener lo que desea, y la mayoría de los que tienen esta capacidad la orientan hacia lo que la mayoría desea: dinero y amor.
Tener éxito, según esta concepción, es lo mismo que tener otras características como, por ejemplo, la fuerza física. Tener fuerza te permite levantar pesos que otras personas no pueden levantar, o caminar mayores distancias que otras personas. Tener éxito te permite obtener resultados que otras personas desean pero no pueden obtener.
Para tener éxito uno de los factores fundamentales es saber comunicarse, tanto con uno mismo como con los demás. Aunque no lo sepas, todos mantenemos una permanente comunicación con nosotros mismos. Todo el tiempo estamos hablando con nosotros mismos sin emitir una palabra, solamente dentro de nuestra cabeza. Esto es lo que se llama el "diálogo interior".
La calidad de tu diálogo interior es uno de los factores de los que depende que tengas éxito o no. Debes aprender a tener un diálogo contigo mismo que te permita alcanzar los resultados que deseas. Si constantemente te estás diciendo que es muy difícil que alcances lo que deseas, estás disminuyendo las probabilidades de que eso ocurra.
La forma de comunicarse con los demás también es importante porque casi en la totalidad de los casos el resultado que queremos obtener depende de la cooperación de otras personas. La palabra "comunicación" en este caso no se refiere solamente a la palabra hablada o escrita; hay otras formas de comunicarse, por ejemplo, tu apariencia personal.
Supongamos que para concretar un proyecto necesitas obtener un préstamo bancario. Cuando vayas al banco a solicitar el préstamo obviamente te pedirán comprobantes de que estás en condiciones de pagarlo, pero también influirá tu apariencia personal. Si no presentas la apariencia de una persona solvente, tal vez los otros criterios no sean suficientes.
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